Rayo Vallecano 2- Mallorca 1

El Mallorca sacó petróleo de su visita a Vallecas y se fue del Teresa Rivero con una desventaja mínima tras aguantar más de medio partido con un hombre menos. Míchel adelantó a los madrileños en el arranque pero Julio Álvarez heló las esperanzas rayistas poco después. La expulsión de Mattioni condenó a los de Manzano, que se resignaron a la derrota, merced al tanto de Collantes, pero no a la eliminación.

El resultado, cuanto menos, es ilusionante para ambos según las circunstancias del choque. Quizá algo más frustrante para el Rayo, que pudo certificar una ventaja más amplia antes de visitar el mágico Ono Estadi.


Sea como fuere, los de Pepe Mel prometen guerra, y de la buena. Como la que hubo, de poder a poder, hasta la jugada que condicionó el choque. El primer golpe lo dieron los vallecanos con un gran gol de Míchel, una vez más decisivo con su calidad. Pero respondió rápido el Mallorca por medio de Julio Álvarez, inmerso en un período dorado. El primero deleitó con su regate a Germán Lux y el segundo demostró con su semivolea cruzada ante la salida de Dani.

La alternativa del encuentro pasaba de un lado a otro con la certeza de quienes pierden el miedo a ir a por la victoria. Esa fobia se instauró en los de Manzano en el minuto 36 de partido, por imperativo de Mattioni. El lateral brasileño, que había recibido una cartulina un tanto rigurosa por una mano, se olvidó de las lógicas restricciones y cortó una jugada con un claro agarrón. Segunda y a los vestuarios.

La clase no tiene edad
Intentó el Rayo aprovechar rápido la ventaja y lo logró por medio de Collantes al filo del descanso. Míchel sacó la brújula y puso un centro templado al segundo palo que el interior cabeceó cruzado.

El guión se preveía monólogo pero los de Manzano no aceptaron un papel secundario tras el tiempo de asueto. El técnico movió piezas, reestructuró el bloque y con su 'truco' evitó que el Rayo se sintiera cómodo.

Hasta el tramo final del choque, salvo un centro cerrado de Piti, fueron incluso los bermellones los que gozaron de las mejores oportunidades. Pero ni Keita ni Víctor tenían el día.

Como era lógico, el arreón final lo pusieron los locales, que tuvieron el tercero en las botas de Coke y Pachón, pero primero Corrales debajo de la portería, y luego Lux en una buena intervención, evitaron un mal mayor.Disgusto que sí se pudo llevar el Rayo en el último suspiro si al 'Chori' le da por definir con acierto una jugada para enmarcar.

Deberán esperar los de Manzano al Ono Estadi, donde, por cierto, no les va nada mal este año. Pero esto es la Copa y el equipo rival el Rayo, por lo que sería un error verse en cuartos antes de tiempo, tanto para unos como para otros.