Poroto Titular

El guardameta argentino vuelve a la titularidad por la lesión de Aouate en un partido en el que pretende reivindicarse tras una trayectoria decepcionante como bermellón

El meta se ha tenido que conformar con presenciar prácticamente toda la Liga desde el banquillo en la sombra de un Aouate que es indiscutible desde su llegada a la isla en enero de 2009. Pero justo en el encuentro más esperado por la afición de toda la temporada, con el aliciente de que deportivamente la victoria ante el Villarreal es necesaria para sellar la permanencia, el que ocupará esa portería es ´Poroto´.
Una gran oportunidad, la enésima desde su fichaje en el verano de 2007, para demostrar que puede ser útil para el Mallorca. Y la papeleta no es nada fácil porque enfrente tendrá a Rossi, Nílmar, Cazorla y compañía, un reto que no debe asustar a un portero que antes de vestirse de rojillo lucía en su palmarés el campeonato del torneo Clausura los años 2002, 2003 y 2004 con el River Plate, mientras que con la selección albiceleste fue campeón del mundo sub-20 en 2001 y campeón olímpico en Atenas 2004, manteniendo la portería de Argentina imbatida durante toda la competición. Pero en pocas ocasiones ha estado a la altura de su currículum como mallorquinista. Moyà, primero, y Aouate, después, le han cerrado el paso, pero dispuso de minutos para demostrarle a Gregorio Manzano que se equivocaba. Cometió algunos errores que costaron puntos, con salidas en falso o malos despejes, incluso la hinchada le llegó a silbar por sus actuaciones, aunque la decisión que demostró la poca confianza que tenía el club en él fue que contrató a Aouate tras una lesión de Moyà.
En la temporada 2007/08 disputó diez encuentros ligueros y en la siguiente catorce, una cifra considerable, pero no se ganó la confianza. A pesar de eso, tras solo disputar un único choque en Liga y cuatro de Copa del Rey el curso anterior, Serra Ferrer le ofreció la renovación a la baja. Y la aceptó. Estaba a punto de ser padre de un niño mallorquín y en la isla, a pesar de que deportivamente las cosas no le salían, estaba muy a gusto. Ha dejado atrás la desgracia que destrozó su vida con el suicidio de su hermano Pablo, una circunstancia que dicen que le ha afectado en su rendimiento.
Laudrup se deshizo en elogios hacia Lux el viernes. Lo hizo bien ante Osasuna en la primera vuelta y hace siete días, tras la lesión de Aouate, cuajó una buena actuación ante el Racing. Paró el balón en un uno contra uno ante Munitis y estuvo acertado en todas sus acciones en un partido que acabó en derrota. Una inyección de moral que hoy debe aprovechar.